La naturaleza siempre ha sido una de las grandes aliadas cuando se trata de ambientación de bodas, y no es para menos. La presencia de las flores puede lograr que todo se transforme con el fin de convertir un espacio común en una declaración de estilo, propuesta de color y mucha elegancia. Sin embargo, esta vez la frescura y la vitalidad quedan de lado, y es que las flores secas para decorar una boda pueden evocar un espíritu melancólico y, al mismo tiempo, hacer que cada detalle sea una invitación a descubrir otra cara del glamour que ya dominamos. No dejes de ver esta propuesta y dale el “sí, acepto” a la tendencia alternativa que gana terreno.
El arte de preservar las flores inició desde hace más de 4mil años en la cultura egipcia. Esta tradición ha tenido un regreso extraordinario en las bodas, y es que el amor por lo orgánico, lo natural y esa sed por descubrir nuevos territorios estéticos siempre está a la orden del día. Lo mejor de todo es que las flores secas traen una propuesta clara cuando están destinadas a decorar una boda, y a través de ellas se pueden lograr inspiraciones que recorren estilos bohemios y rústicos, hasta los más clásicos o modernos. Lo creas o no, esta tendencia no solo promete que te enamores de una nueva ola de colores y texturas, sino que puedas hacerlas presentes ¡donde menos te imaginas!
Una de mis partes favoritas, sin duda, está en los colores apagados que le dan protagonismo a las flores secas. Esta propuesta para decorar tu boda se complementa con escenarios limpios, espacios con mucha luz y gamas de tonos que complementen su presencia. Los jardines colgantes, así como los arcos con flores, se ven espectaculares cuando se trata de darle protagonismo a estas bellezas que solo buscan hechizar con su efecto mágico. Aprovecha para incorporar texturas naturales, la madera y los tejidos artesanales, así como los detalles con macramé pueden armar la mejor idea para que el ambiente de tu boda se destaque por ser único, original y a tono con lo mejor de la temporada.
Existen distintas formas de secar las flores, aunque la más tradicional está en colgarlas y dejar que pierdan la hidratación de forma natural y sin cambiar su apariencia. También es importante destacar que, si no quieres un sinfín de flores secas para decorar tu boda, estas también las puedes conjugar con arreglos de flores vivas e hidratadas (las rosas, por ejemplo, suelen ser un gran acompañante para esta tendencia). Si lo tuyo es lo alternativo y el contacto máximo con la naturaleza, recuerda que las pampas grass están a la orden del día para crear un escenario mágico en tu “sí, acepto”.
Déjate sorprender por esta tendencia fascinante y anímate a jugar con las flores secas para decorar tu boda. Estoy segura que terminarás encantada con el efecto tan cool que proveen y con el estilo que tendrá la ambientación con su presencia. Apuesta por magnificar su estrellato con detalles, acentos y piezas ornamentales que puedan convertirse en un sello súper trendy y, si te late la idea, no olvides marcar contrastes con tonos sutiles que complementen la decoración al máximo.