Emotiva al 100%, solo así podría definir esta boda. Darinka y Andrew eligieron uno de los recintos más lindos de Morelos, Hacienda de Chiconcuac, para disfrutar de una boda en donde chicos y grandes se dispusieron a vivir de cerca el amor de este par tan adorable. Estados Unidos y México se unieron a través de dos corazones para darle vida a una historia que, desde sus inicios, se antojaba para ser perfecta. Estoy segura que, a través de las fotografías de Sebastián Anaya, de todos los detalles que conforman este “sí, acepto” y de la organización por parte de Aline Brun, encontrarás la inspiración que necesitas para diseñar uno de los mejores días de tu vida.
Los novios
El look de Darinka ha sido uno de mis favoritos. La sencillez y el glamour estuvieron presentes a partes iguales en un estilismo que se destacó por un vestido de novia con encaje y una cauda ¡increíble! Para complementar, nada mejor que un peinado con ondas y, por supuesto, un velo encantador para caminar hacia el altar. En el caso de los zapatos, un sinfín de aplicaciones y cristales se hicieron presentes en unas sandalias de tacón perfectas para la ocasión. Conoce más a detalle las 7 tendencias para novias 2020.
Andrew, por su parte, apostó por una imagen clásica. Un traje negro de lo más elegante fue protagonista en el look del novio, aunque los detalles que más llamaron la atención fueron el reloj y, sin lugar a dudas, esas mancuernillas grabadas con el escudo nacional de la bandera de México. Un look ideal para vivir al máximo una boda de lo más elegante y con acentos muy lindos.
La ceremonia
Previo al ‘sí, acepto’, el momento más lindo fue el First Look. Darinka y Andrew se veían increíblemente enamorados y, acompañados de los derredores de la Hacienda de Chiconcuac, este par se dispuso a disfrutar un momento lleno de magia.
La capilla del lugar ya los esperaba con una decoración cubierta de pétalos de flores blancas en el pasillo hacia el altar. Las miradas de los invitados solo reflejaban felicidad por ser parte de un momento tan importante en la historia de amor de Darinka y Andrew. Ambos se encontraron frente a frente, acompañados de sus hijos (preciosos, por cierto) y de un sinfín de miradas que solo brillaban al ser testigos de una promesa de amor eterna. Durante la ceremonia no faltaron las risas y esas muestras de cariño entre los dos que, sí o sí, podrían derretir a cualquiera.
Al finalizar la ceremonia, Darinka y Andrew salieron desbordando felicidad y caminando en medio de una lluvia de pétalos. Una escena de película para suspirar ¡en grande!
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La recepción
Una decoración con tintes mexicanos esperaba a novios e invitados para disfrutar de una fiesta memorable. Los centros de mesa con cristales hacían que las flores blancas se lucieran aún más elegantes. Como parte de los montajes, las mesas espejo fueron cruciales para crear un ambiente de máximo glamour, al igual que las copas en color negro y los metales como acentos. Parte de la tendencia All White se vio reflejada en un aro cubierto de flores que enmarcaba la pista de baile desde el techo. Este detalle fue uno de los más llamativos, sobre todo por la cascada de velas que lo acompañaban.
Los novios e invitados disfrutaron de un banquete delicioso y de un ambiente extraordinario; sin embargo el momento más lindo llegó cuando Darinka y Andrew compartieron su primer baile como esposos en esa pista de baile de ensueño. ¡Increíblemente romántico!
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Déjate llevar por esta boda tan especial e inspírate en la historia de amor de Darinka y Andrew para diseñar un día emotivo, especial y con un significado que trascienda. No olvides que en la sección Real Weddings encontrarás más ideas para una boda única.
Fotografía: Sebastián Anaya | Wedding Planner: Aline Brun | Venue: Hacienda de Chiconcuac | Flores: Aurora Flowers & Co. | Banquete: Banquetes Kunz | Cocteles: Drynk Inc