Los destinos que se esconden en México son maravillosos, y lo que más me gusta es que siempre me encuentro con grandes sorpresas. El gran día de Andrea y Roberto se convirtió en un gran pretexto para conocer más de cerca un destino que muero por recorrer de principio a fin. En esta ocasión, qué mejor que ser parte de la historia de amor de este par tan adorable que, en segundos, me conquistó por todas las sonrisas compartidas. No pierdas detalle de esta inspiración para una boda en Mérida, una experiencia fantástica que cobra vida con las fotografías de Fabrizio Simoneen y detalles de ensueño. ¿Lista?
Los novios más lindos
Un día tan especial tenía que empezar con un ritual de mucho estilo y, por supuesto, muchas risas. Andrea se vio perfecta con un vestido de novia línea A cubierto con románticos bordados de encaje, un delicado escote en V y los detalles idóneos recubiertos de tul y mucho volumen. Los tirantes fueron un gran aliado para asegurar la comodidad y, como era de esperarse, no faltaron los accesorios ganadores para complementar la ecuación: unos tacones en color rosa, el tradicional velo de novia estilo catedral y las joyas clásicas para que brillara ¡como nunca!
Roberto, por su parte, se lució con un traje negro de lo más elegante. Un smoking que acompañó con una pajarita en color blanco y el pañuelo en el mismo tono. Sin duda, uno de mis momentos favoritos fue cuando Andrea y él se encontraron sin verse por completo, y es que él se puso un pañuelo color vino en los ojos para no romper con la tradición. Los derredores con paredes blancas, texturas y mucha elegancia fueron ideales para que ambos lucieran perfectos, en sintonía y con un marco de ensueño para inmortalizar los recuerdos de su boda.
La ceremonia y un banquete sin igual
Después de disfrutar de unos minutos a solas, Andrea y Roberto se dieron cita en la iglesia para llegar hasta el altar y prometerse amor eterno. La ceremonia fue un sueño no solo por el retablo que recubría el púlpito, sino también por todos los detalles en colores intensos que invitaban a una experiencia total. Ambos llegaron del brazo de sus padres para encontrarse de frente en un momento romántico y digno de cuento de hadas.
Con un significado muy profundo, la entrega de símbolos y los votos, Andrea y Roberto se vieron de frente para marcar el inicio de una aventura sin final. Tanto ellos, como todos sus invitados, no pudieron esconder la felicidad de encontrarse ante un capítulo que marcaría el inicio de una historia de amor fenomenal y, claro está, de una nueva familia.
Al término de la ceremonia, El Minaret, una casona preciosa en Mérida, los esperaba a todos para una recepción extraordinaria. Los colgantes fueron, sin lugar a dudas, uno de los detalles más aclamados de la decoración, sin dejar de lado la dinámica entre las opciones de mobiliario, el diseño de la pista y la propuesta floral. El carácter de esta boda lució a la distancia con detalles y acentos que, de inmediato, sentaron las bases para una celebración única. ¿El momento clave? El gran baile de Andrea y Roberto, así como los bailes que compartieron con sus padres. ¡IDEALES!
También lee: 5 consejos para celebrar una boda en jardín.
No cabe duda que esta boda no solo marca la inspiración para una boda en Mérida, sino la construcción de un sueño con esa persona que transformará tu mundo por completo. Si quieres diseñar una boda bajo tus propias reglas, es momento de que te dejes llevar por estas maravillosas imágenes, las cuales te darán todas las ideas que necesitas para un “sí, acepto” mejor de lo que alguna vez imaginaste. Keep on dreaming!
Fotografía: Fabrizio Simoneen | Venue: El Minaret