Durante el proceso de planeación, nos preocupamos por el más mínimo detalle: el vestido, las invitaciones, la locación, el diseño floral, la decoración, el fotógrafo, la música, la comida, las bebidas, la luna de miel, la ceremonia religiosa, el civil y la lista sigue y sigue. Hoy quiero compartirte 5 hábitos que son imprescindibles que adquieras no solo durante el proceso de planeación, sino que te ayudarán a ser una mejor versión de ti misma en todo momento. Si logras adquirirlos durante el proceso de planeación, te garantizo que llegarás renovada a tu boda y con una perspectiva mucho más clara de lo que quieres y lo que eres. Está increíble, ¿no? Pues empecemos.
1. Tú, como tu prioridad
Y no me refiero a un rollo “egoísta”, pero es que como mujeres nos han bombardeado durante toda nuestra vida con mensajes y aprendizajes encaminados a sacrificarnos a nosotras mismas por los demás… ¡olvídalo! Jamás te abandones. Tú eres la prioridad número uno de tu lista, para poder estar bien con los demás y con el resto del mundo. Así que deja de ponerte después de cualquier persona o cosa, el trabajo, tu pareja, tus amigas, la misma boda, o lo que sea.
Trabaja en ti, regálate tiempo de calidad y de descanso. Tu vida, ahora que estás a punto de casarte, está a pocos meses de cambiar radicalmente, te verás agobiada con las mil y un responsabilidades que ahora se te presentarán en esta nueva etapa, así que comienza a tener claro esto: primero estas tú y tu bienestar y luego el de los demás; no es egoísmo, se llama amor propio y deberás comenzar a amarte a ti misma antes de realmente “AMAR” a alguien más.
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2. Alimentación consciente
¡Previo y después a la boda! De nada sirve hacer un “mega detox” antes de la boda, si una vez casada dejas este tema de lado (te lo comparto, porque yo estuve ahí, ya lo viví). Si no eres conscientes de qué es lo que realmente alimenta tu cuerpo, entonces comenzarás a adquirir hábitos alimenticios que no solo te harán subir de peso, sino que mermarán tu energía, tu estado de ánimo y no te sentirás bien. Mi mejor tip en este tema es que realices un trabajo de introspección cuando comas; sé consciente de qué alimentos te hacen bien, y cuáles te están haciendo daño: ¿sufres de inflamación?, ¿te sientes exhausta?, sin importar el número de horas que duermas, ¿siempre estás cansada?
Te comparto que el día que yo hice este ejercicio y fui más consciente sobre cómo reaccionaba mi cuerpo a ciertos alimentos, descubrí que era adicta al azúcar, a los lácteos y al pan, y para nada me estaban haciendo bien. Comencé a comer más aquellos alimentos que me hacían sentir ligera y con energía: más frutas, más verduras, más pescados, etc. El resultado es maravilloso: piel más sana, más energía durante el día, niveles de concentración más altos, dormirás como bebé y estos son solo algunos de los muchísimos beneficios, ¡inténtalo! Estoy segura que te sentirás de maravilla.
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3. Ejercítate
Si ya lo haces, ¡tú muy bien! Si no lo haces todavía, te lo diré una vez más. Primero quiero que dejes a un lado las excusas, siempre hay tiempo para hacer algo de ejercicio. Entiendo que puedes llegar a tener una agenda más ocupada que la de Michelle Obama, pero para comenzar a tener mejores hábitos en tu vida debes empezar poco a poco. No te digo que vayas y te metas dos horas al gym, (aunque si te da tiempo y lo logras, está increíble), pero yo entiendo que muchas mujeres tienen una agenda super demandante. Comienza por darte 20 minutos en tu casa, puedes saltar la cuerda, hacer sentadillas, hasta en Youtube te puedes encontrar rutinas de 15 minutos buenísimas.
Entonces, deja los pretextos de lado. Tu cuerpo fue hecho para moverse, no para estar postrada en una oficina 12 horas. Si ya has sufrido lesiones musculares, literal “de no hacer nada” (te agachaste, volteaste, y ¡pum! la lesión apareció), te tengo muy malas noticias, ese tipo de lesiones comienzan a aparecer cuando tu cuerpo está comenzando a atrofiarse. Nuestros cuerpos son máquinas perfectas y fueron hechos por naturaleza para moverse, así que es necesario que hagas ejercicio. Créeme, al principio te costará trabajo, pero una vez que comiences a elevar tu ritmo cardiaco y liberes endorfinas (las hormonas de la felicidad) , te sentirás increíble.
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4. Organízate y prioriza tus actividades
Como te mencioné antes, estás a punto de hacer un gran cambio en tu vida. Con el matrimonio llegarán nuevas responsabilidades y tareas junto con tu pareja, además de todas las que ya tenías; por lo tanto tu pensamiento deberá ser otro porque ya no eres tu “sola”, sino que todas tus decisiones deberán ser tomadas y planteadas desde la perspectiva de que ahora son dos. I´ve been there, sista!
Todos comentan de la increíble boda y del proceso previo, pero el gran cambio viene después y ahí es cuando la organización en tu vida se pondrá “de cabeza”; sin embargo todo tiene solución, así que es importante que lleves una agenda ordenada y, como primera responsabilidad, te sientes a hablar con tu pareja de cómo se ayudarán el uno al otro con las tareas de la casa y los nuevos pendientes que lleguen: los pagos, el supermercado, la limpieza de la casa, la tintorería, lavado y planchado… ¡todo! Es un cambio difícil, hay que adaptarse y llevará un tiempo, pero si llevas una agenda donde puedas priorizar todas tus actividades y programarlas será mucho más fácil.
5. Trabaja en tu espiritualidad
Somos mente, cuerpo y espíritu, y para que realmente te sientas realizada como persona, estas tres tendrán que encontrar su equilibrio. Cuando escribo sobre espiritualidad no me refiero a una religión, y es que para mí este concepto se refiere a cualquier forma de sentirme en contacto conmigo misma, de entender y ser consciente de cuál es mi misión en la vida y asumir que yo soy tan solo una pequeña pieza de un inmenso rompecabezas, pero que siempre puedo aportar algo y hacer una diferencia desde donde estoy. Piensa qué podrías hacer hoy para llegar a ser una mejor persona, y ¡hazlo! no porque “tengas” sino porque te nace, porque quieres.
Levántate cada mañana pensando que hoy serás la mejor versión de ti misma y haz que este sea un hábito para el resto de tu vida. En la espiritualidad encontrarás muchas respuestas que deberás darte a ti misma, como tu verdadera pasión y tu verdadera realización. Si todos nos detuviéramos a pensar en por qué estamos realmente aquí y cómo podemos aportar para mejorar nuestro entorno; si todos fuéramos conscientes de esas preguntas y nos las respondiéramos tomando acción, sin duda este sería un mejor mundo. Comienza contigo misma, con tu familia, tu comunidad. Dentro de ti está todo lo que necesitas.
En los pequeños hábitos que realizamos todos los días se encuentra la calidad de nuestros resultados. Son los pequeños hábitos de todos los días los que hacen la diferencia en nuestras vidas. El matrimonio es una de las etapas más increíbles, que tan solo comienza con la boda y donde no todo siempre será “miel sobre hojuelas”, estos 5 hábitos te ayudarán a que seas la mejor versión de ti misma no solo durante el proceso de planeación, sino para todo lo que viene.