Para quien dedica su vida a crear, imaginar y visualizar, el mundo siempre encuentra un camino distinto. Roxana del Valle, directora de Ingrata Fortuna, es así. Amante de la economía, del streetsyle, el arte y los pequeños detalles que la rodean, esta mente creativa ha logrado explorar un terreno que parecía más que conocido; sin embargo con su propuesta logró cimbrarlo para cambiar las reglas por completo. Una joya con tanto significado no se encuentra detrás de un aparador, sino que se construye a través de la historia, el alma y el carácter de quien lo portará. Los anillos de compromiso que surgen de esta marca 100% mexicana le apuestan a lo inesperado, al clásico reinventado y a un sinfín de materiales que encuentran su armonía y balance en una misma pieza. Tienes que conocerla.
Los inicios de una revolución romántica
Sin titubear, Roxana del Valle me cuenta que hubiera sido feliz diseñando el anillo de compromiso de Janis Joplin. A pesar de que una respuesta así de inesperada asombraría a cualquiera, todo cobra sentido cuando se está frente a su arte, a sus joyas y a las piezas que nacen de su mente y cobran vida. Desde sus inicios como estudiante de Diseño Textil, esta emprendedora encontró una fuente de inspiración inagotable en la joyería, una disciplina que busco transformar sin temor alguno y que hoy lo hace a través de una marca que apuesta por lo alternativo, lo clásico y lo más trendy a partes iguales.
Ingrata Fortuna vio la luz por allá del 2014, año en el que Roxana del Valle puso a prueba su amor infinito por las joyas, los colores, el brillo y lo mejor del diseño, aunque desde los 8 años, cuando diseñó su primera pieza, ya se veía un talento muy especial. Los sueños de esta emprendedora se hicieron realidad, y no por arte de magia, sino por una incesante búsqueda de hacer que las cosas sucedieran. Lo noto en la voz de Roxana, y es que parece que para ella no existen los límites, mucho menos los creativos, y mucho menos los que toman forma con su mente y sus manos.
El nombre proviene de un imaginario romántico, dado por “El carro del sol”, una canción que forma parte de la historia de Roxana y de su familia. “Mi abuela se llamaba Fortunata, mi mamá se llama Roxana Fortunata y siempre se las cantaban a ellas en comidas familiares. Es una canción de mariachi”, dice. El ‘classic with a twist’ de Ingrata Fortuna se mantiene y se nutre con estas historias que nutren su estética y la definen cada vez más.
Ingrata Fortuna, el alma de una joya para siempre
“Cuando nace el alma real de la marca, que fue crear piezas inspiradas en historias, fue cuando hice el primer anillo de compromiso y fue el de mi hermana”, me cuenta. El secreto de Ingrata Fortuna se ha mantenido constante, es por ello que cada una de las piezas que se crean no solo toman formas inusuales, sino que se acompañan de poderío y de un carácter que rompe por completo con todos los esquemas. Parte de lo que cautivó desde el inicio el trabajo de esta joven creativa fue, sin lugar a dudas, el que los novios tuvieran que pasar por un proceso distinto para elegir una pieza que acompañaría a sus novias por siempre.
Para cada proceso existe una entrevista, en la que, más allá de las preguntas estudiadas, lo que se busca es conocer de principio a fin la personalidad y esencia de las novias. Con bases en su estilo de vida, en sus gustos, canciones favoritas, apodos, anécdotas y en los referentes más inspiradores, Roxana comienza un trabajo de inspiración, técnica e invento, tres componentes que dotan de unicidad y frescura a cada una de sus joyas. “Diseñamos de la mano de ellos, que son las personas que mejor las conocen en el mundo y con una curaduría de diseño y de gemología muy bien hechas, creamos una pieza que sea el alma de la relación y la hacemos un objeto”, dice.
Tomando en cuenta el significado tan especial que tiene un anillo de compromiso, Roxana del Valle domina que la magia se consolida cuando, a estas piezas de ensueño, se les inyecta una historia que vaya más allá de lo material. Eso, justo eso, es lo que diferencia el carácter de una marca que ha logrado romper las reglas, sin dejar de lado la tradición, lo clásico y lo encantador de una joya tan enigmática.
“Cada persona es un mundo diferente. A mí me llegan clientes que quieren un solitario con seis uñas y que se quieren ir a lo clásico, y también llegan clientes que tienen novias que buscan algo diferente y que no les gusta lo que traen todas las demás”, me cuenta Roxana. Para muestra, nada mejor que los cuadros que adornan su showroom, donde desfilan anillos de compromiso tan distintos como las personalidades de las mujeres que los portan. Ninguno, por más clásico que sea, es igual a otro. Todos buscan darse a conocer por sus diferencias y por ese carácter que los reviste con acentos impredecibles.
El proceso de duración entre la entrevista con el novio y la pieza entregada es, aproximadamente, de un mes (a partir de la elección de las piedras). Roxana me cuenta que, a pesar de la rapidez en los procesos, los retos se concentran cuando se deben encontrar las piedras correctas que dejen de manifiesto no solo un diseño bonito, sino también la personalidad de la novia, la calidad del anillo de compromiso, la historia, el presupuesto y, más allá de todo, la unicidad de una joya que será para siempre. Incluso con esos retos en mente, Ingrata Fortuna siempre ha sido capaz de mover, quitar y poner con tal de transformar cada diseño en una verdadera obra de arte (de verdad).
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Los referentes inagotables de un diseño eterno
Desde Nueva York, España, India y muchas partes del mundo, el trabajo de Roxana del Valle abarca distintos frentes y referentes visuales que deben mantenerse vigilados con máximo cuidado. No es para menos. Todo cobra una importancia extrema cuando se inicia el proceso de inspiración y diseño de un anillo de compromiso con historia.
La experimentación con piedras es infinita, y dentro del trabajo de Ingrata Fortuna se nota el juego con el color, las texturas de los materiales y las formas de estos. “Aguamarina, zafiros traídos de distintas partes del mundo, morganitas, zafiros rosas, rubíes, diamantes negros, turmalinas (una de las piedras semi preciosas más interesantes por su reflejo de color), perlas” son, de acuerdo con Roxana, algunas de las que conforman las piezas; sin embargo no son las únicas. En la joyería fina, por ejemplo, se juega con los oros en sus diferentes quilatajes y, por supuesto, el platino.
El reto es que, al ser una joya tan pequeña, todo el diseño debe representar la esencia de la marca, sí, pero también el estilo de la novia y todos los elementos que se buscan para crear algo único en un nivel muy profundo. Para lograr un trabajo de calidad, el modelado se hace en 3D al igual que la impresión, luego hay que trabajarlo a mano y montarlo. “Lo más locochón es romperme la cabeza en cuestiones de diseño, de medidas y luego encontrar la piedra que tenga la medida exacta”, dice.
Para Roxana, su parte favorita llega cuando, después de todo el proceso de diseño, puede entregar una pieza que despierta una expresión que jamás se hubiera imaginado. Al final, a ella, con Ingrata Fortuna, le toca ser testigo de un momento que, antes de conquistar a la novia, enamora al novio.
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Los básicos de Ingrata Fortuna
Si algo me queda claro es que la concepción de Roxana se extrapola a la esencia de ese nombre que la acompaña y que le ha permitido crear las piezas con alma e historia. La unicidad se mantiene como una característica básica no solo de sus creaciones, sino de ella misma. “Desde chiquita siempre quise ser diseñadora”, me cuenta quien aprendió a tejer antes de escribir, y quien ahora hace de las joyas su estilo de vida.
“Me gusta ver lo que está pasando en el mundo para reinventarme. Me gusta leer mucho y estar en búsqueda constante de fuentes de inspiración”.
Amante de la moda, del análisis de tendencias de WGSN, de la economía y de lo que pasa en el mundo, de Karl Lagerfeld y de las mujeres que no le temen a nada y se definen por su estilo, Roxana lleva todo lo que forma parte de ella para mantener esa capacidad de asombro en ella, en su equipo y en quienes pisan su showroom para comenzar con el diseño que marque el inicio de un para siempre.
Si se trata de escribir una nueva historia, qué mejor que hacerlo con una joya que se inunde de alma, romance y un significado inmortal. Para eso, la magia de Ingrata Fortuna trasciende y sorprende.
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