Hace cinco años inicié este blog como búsqueda de independencia laboral. La cosquillita de tener por fin algo mío era evidente, sin mencionar las ganas que tenía de escribir de bodas A MI MANERA, sin tomar en cuenta contratos, compromisos comerciales y toda esa terminología de negocios que a veces, al menos desde mi perspectiva, se come a la forma en la que uno busca hacer arte… su arte. Después de todos estos meses de artículos, de muchas entrevistas, de viajes y de cientos de reviews de pasarelas de novias, llegó el reto de reinventarse sin dejar el mundo que ya conozco, pero deseosa de explorar otros.
Este 2023 cumplo 33 y por supuesto ya empiezo a sentir esa ansia de subirle a la cifra, cuestionarme absolutamente todo lo que he hecho, plantearme nuevas metas y replantearme la vida misma (no es broma).
Pasan tantas cosas en el mundo de una editora, de una creadora de contenido y de una escritora romántica como yo, que de pronto verme frente una página en blanco -de WordPress, por supuesto- era más un reto que una invitación. Después de pasar todo el día envuelta y sumergida en bodas me quedaban ganas de escribir, pero sobre otra cosa… ¡LA QUE FUERA! Ante todas esas dudas que me llegaban a la hora de empezar a redactar, la verdad es que muchas veces opté por dejar este blog en segundo término.
Y de pronto pensé: FUCK IT! Hagámoslo personal.
Y entonces ahí empezó la búsqueda a la respuesta del cómo reinventarse, porque por supuesto NO, EVIDENTEMENTE NO DEJARÉ DE ESCRIBIR DE BODAS, sólo aderezaré un poco la conversación con otras cosas que me gustan, que me definen, que me inspiran y con las que me apoyo para que mi trabajo como periodista de bodas no se transforme en la tarea más aburrida de la historia. Al contrario, todo el backstage creativo está bien cool, lo que pasa es que no había tenido chance de mostrarlo, de explicarlo, de escribirlo, de lo que sea.
El reto de reinventarse al menos un poco es tenebroso, se los juro. Después de tener tantos artículos total y completamente enfocados a las bodas, parece que mi mundo sólo podría estar enmarcado por un “sí, acepto” más sobre todo en un blog que lleva mi nombre y que, ya de paso, va firmado con THE WEDDING JOURNALIST; sin embargo, entre libros, desfiles de moda, caminatas, fotografías, museos, exposiciones, restaurantes, series, películas, workouts, y más, la inspiración se hace millones de veces más interesante para que, cuando lleguen las bodas, entonces mis palabras fluyan y los mundos se construyan.
Como buena periodista (o al menos así elijo creerlo), la búsqueda de historias es lo que me mueve y motiva para que las páginas dejen su blanco y se pinten de ideas, crónicas y detalles, incluso si éstas se acompañan con algo, mucho o poco de lo que yo vivo, veo y respiro. Precisamente por eso, este 2023 tiene cara de que el blog vuelva a la vida, pero de una manera distinta. Este año habrá publicaciones y todas estarán firmadas por mí, sí, pero le daremos chance a la exploración de otros temas sin abandonar las benditas bodas y esos vestidos de novia que amo con locura.
Si algo he aprendido como editora de The Wedding Book, con mi agencia de contenido A Little Wedding Company y hasta como estudiante de maestría (claro que soy esa ñoña), es que no existe una sola forma de ver la vida, entender el amor y apreciar las bodas en su mínima y máxima expresión, y con eso en mente lo que en algún momento fue pensado para ser mi tesoro, mi espacio, mi diario, mi página con mis reglas y de nadie más, HOY regresa con ese firme propósito. Falta mucho por contar y quiero ser YO quien le ponga firma a todo eso que me sorprende en lugar de guardarlo en mi caja de tesoros.
Además de su contenido habitual de bodas y de mucha moda, por acá encontrarán:
- Mis reflexiones
- Libros favoritos
- Playlists que me inspiran
- Inspiración de todas las disciplinas
- Fotografías que me vuelan la cabeza
- Recomendaciones
- Favoritos de la semana
- Historias
- Lifestyle
- ¡Y muchas bodas!
Porque el reto de reinventarse radica en conocerse, transformarse pero no cambiarse por completo, entender lo que ya se hace y poner algo nuevo sobre la mesa.
Reinventarse significa volver a encender la llama de lo que ya amo para amarlo con más locura, para encontrar más pedacitos de mí en cada letra que se vierte por acá, para saber que escribir es el antídoto, la terapia, el remedio para todo bien y para todo mal.
Reinventarse es saber que, como siempre lo pongo en mis posts de Instagram: en las bodas y en la vida uno tiene que hacer lo que se le dé la gana.
¡Bienvenidos a esta nueva versión de The Wedding Journalist! Espero que lo disfruten tanto como yo.
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