La historia de Lisa y Sam es una de esas que conquistan en segundos. Estos novios tuvieron una boda en Hotel San Cristóbal, en Todos Santos, después de tan solo cuatro meses de haber planificado el gran día. La celebración fue muy íntima y estuvieron presentes los familiares y amigos más cercanos a la pareja, quienes pudieron disfrutar de las increíbles playas de Baja California Sur y de una atmósfera envidiable. Un sí, acepto con cientos de ideas para diseñar el tuyo y vivirlo al máximo.
A tan solo 160 días de dar el sí, Lisa y Sam comenzaron con todos los preparativos. El equipo del venue se encargó de ayudarlos a ultimar detalles y, para garantizar que todo saliera en tiempo y forma, se saltaron algunas de las tradiciones más emblemáticas de las bodas. El rollo tecnológico fue imprescindible para enviar las invitaciones a todos los rincones del mundo y, por otra parte, la elección del vestido y hasta el maquillaje tuvieron un sello muy especial.
En esta boda en Hacienda San Cristóbal hubo de todo, pero lo que se mantuvo fue la buena vibra de todos los invitados. Previo al día de la boda, Lisa y Sam, junto con ellos disfrutaron de un evento en el que no faltaron los tragos, la buena plática, el mar y el clima de Todos Santos. Al término de ese día, tan solo hizo falta montar una fogata al centro, quemar algunos bombones y dejar que la historia de amor de este par fuera la cereza en el pastel de una experiencia increíble en México.
Para el día de la boda, Lisa eligió un vestido de novia corte trompeta con escote halter, una cauda impresionante y bordados de encaje; un estilismo atemporal y que la hizo ver aún más guapa. Aunque no lo creas, fue la misma novia quien se hizo cargo del maquillaje y peinado, apoyada por sus amigas que le ayudaron a ponerle el tocado y a garantizar que estuviera perfecta. Sam, por otra parte, prefirió un look mucho más casual y a tono con la calidez del destino.
La ceremonia fue una parte lindísima, y es que los novios llegaron hasta el altar en una celebración muy íntima y cercana. Ahí, Lisa y Sam compartieron votos, pero claro que el momento más cool fue ver sus caras de emoción al momento de convertirse en esposos. En esta boda en el Hotel San Cristóbal tampoco faltaron las fotografías de ensueño en los rincones del lugar, un venue que con su propuesta de diseño e interiorismo, así como el efecto desértico propio del destino, hizo que cada toma tuviera un carácter muy especial.
Y para la fiesta una decoración fascinante, llena de color y con elementos en tonos de rosa, anaranjado, coral y un toque de rojo. Los centros de mesa, además de llevar una propuesta de revista, se complementaron con frutas de temporada: toronjas y papayas para que cada espacio del estilismo brillara aún más. En el tema de catering, la experimentación con la cocina local fue clave para conquistar tanto a Lisa y a Sam como a sus invitados, quienes no pararon de sonreír al ser testigos del amor de este par.
Una boda con toda esa inspiración que buscas, que sueñas y que deseas encontrar para darle vida a tu gran día. Esta boda en Hotel San Cristóbal Baja es una muestra clara de todo lo que se puede lograr con un venue de ensueño, una decoración llena de color, el paraíso y la naturalidad de dos novios que se concentren únicamente en lo que tiene valor: su historia y la trascendencia de esta. No hay más.
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Conoce al equipo de esta boda:
Fotografía: Los Ébano | Venue: Hotel San Cristóbal Baja | Planeación y diseño: Judy Morgan | Diseño floral: PinaCate