Si ya tienes planes en puerta de decir “sí, acepto”, créeme que este texto te servirá más de lo que crees. Después de casi 12 años de dedicar mi vida a esto no sólo me he dado cuenta que la industria es mucho más compleja de lo que cualquiera cree, también se ha transformado muchísimo y se ha adaptado a lo que las parejas buscan. Por eso mismo, acá te comparto algunas cosas realistas sobre las bodas que debes conocer si te vas a casar. Algunas serán controversiales, otras no tanto, el único objetivo es ayudarte a que esa etapa sea lo más llevadera posible.
Necesitas un wedding planner
No importa qué tan buena seas con el Excel o qué tantos reconocimientos te hayan dado por ser la persona más organizada de la historia, a la hora de planear una boda todo eso cambia, el mundo entra en descontrol y necesitas a alguien que lo domine, lo entienda y sepa navegar por él sin temor alguno.
Aunque seguro serías capaz de organizar tu propia boda, ¿para qué te mortificas? Y es que en serio hay de todo: búsqueda de proveedores, scoutings, firmas de contratos, conocimientos técnicos de los lugares, logística, coordinación, muchísima comunicación y decisiones que se deben tomar en segundos.
Tener un wedding planner de tu lado es lo mejor que puedes hacer (no importa qué tan chica o grande sea la boda) para garantizar que todas tus ideas y lo que estás buscando se concrete de la mejor manera. Por el amor de Dios, no te saltes este paso si te vas a casar. No lo vale.
Una boda cara no es sinónimo de una boda bonita
Se tenía que escribir y se escribió. Voy a sonar como la persona más romántica de la historia, pero una boda bonita se traduce, simple y sencillamente, en la autenticidad de la misma. Eso quiere decir que, mientras tu personalidad y la de tu pareja se reflejen en todos los detalles, el éxito ya lo tienes asegurado.
Es más, una de las cosas realistas sobre las bodas es que éstas no deben causarte preocupación por tu situación financiera, miedo, frustración o un inicio de matrimonio con un friego de deudas, ¡al contrario! Ese día tiene que ser, de principio a fin, una dosis de razones para celebrar el amor y no el signo de pesos que pusiste en cada happening.
Consolida la visión de tu boda tomando en cuenta el presupuesto que tienes (cantidades realistas), las prioridades, ¡y listo! Si tienes mucho para gastar y quieres hacerlo ¡hazlo! Si no lo tienes, entonces contrata a un buen wedding planner que pueda guiarte a tomar las mejores decisiones para que diseñes una boda muy especial.
Tus invitados NO son lo más importante… ¡SON USTEDES!
No me funen, es la verdad. Que tus invitados disfruten de la boda es una consecuencia y no el fin de la celebración, por eso todas las decisiones deben ser tomadas con base en lo que tú y tu pareja quieren… ¡nada más!
Soy muy enemiga de que la boda se construya tomando como prioridad el bienestar de los demás. Brother, están ahí por ti, por tu pareja y el amor que se celebra, ¿qué hay más importante que eso? NADA.
Elige la comida que quieras, al DJ que quieras, la decoración que quieras y TODO lo que prefieras. El reto al final del día es que la boda sea tuya y de nadie más.
Te comparto este texto con 5 decisiones que deberás tomar antes de empezar a planear la boda.
El secreto de una boda perfecta está en TU equipo de proveedores
Otra de las cosas realistas sobre las bodas es que necesitas, sí o sí, tener un gran equipo de proveedores, personas buenas y profesionales, que te entiendan y se entiendan entre ellos, que te den consejos y siempre estén buscando lograr mejoras en el resultado final de ese gran día.
Por eso, a veces no siempre se hará todo tal cual lo deseas, pero puedes vivir tranquila/o de que todo será mejor. Mi consejo es que comuniques con claridad las ideas que tienes para tu boda, sí, pero que también escuches las recomendaciones que te hacen los profesionales con respecto a ellas. No se trata de que vivas en un “NO se puede constante”, pero sí es importante que conozcas las posibilidades y limitaciones que conlleva cada evento.
Tómate el tiempo necesario para elegir a los mejores profesionales no necesariamente por cuánto cobran, sino por el hecho de que tengan vibras similares, personalidades afines y que tengan apertura por escucharte y hacer propuestas. Una buena comunicación entre otros es la base para una boda increíble. Mark my words!
Un buen fotógrafo hará toda la diferencia
Ésta ya es a título personal, porque seguro habrá quienes te digan que es el lugar, las flores, los colores, etc. Para mí, las imágenes que quedan de ese día serán el mejor regalo de tu vida, por eso debes concentrarte en elegir a un muy buen profesional que no tenga miedo de ir más allá de la documentación, sobre todo si quieres que tu boda también sea una propuesta visual.
A través de esas imágenes podrás ser testigo de todo lo que te perdiste: miradas, sonrisas, accidentes cómicos, detalles en la decoración, reacciones, etc., y qué mejor que tener recuerdos hermosos, artísticos y únicos de uno de los mejores días de tu vida.
En un ejercicio de honestidad, un wedding planner, un buen look para la pareja y un fotógrafo son la estructura que necesitas para que tu boda fluya de maravilla y se vea como de revista.
También lee: 8 verdades de ser editora de bodas.
¡Haz lo que te dé la gana!
Es TU boda, punto. No tienes que cumplir con nadie, ni satisfacer a nadie, ni estar al pendiente de nadie. Es un día que jamás vas a olvidar, así que ponle tus reglas, tu sello, tu estilo y tu esencia. Te prometo que no hay nada más perfecto que esto.
Cásate como quieras, pero cásate bien, con la persona indicada y por las razones correctas.
Las fotos son de Fer Juaristi, Ana and Jerome, Gab Fotografía, Arte Visual MF