Y la vida nos pone una pausa, una pausa para reflexionar, una pausa para darnos la oportunidad de reconectarnos con lo que más nos llena, lo que nos hace mejores, para hacer lo que siempre hemos querido hacer. Una pausa donde la incertidumbre es uno de los actores principales de esta película, esta pausa nos enseña a disfrutar de nuestra quietud, a valorar y disfrutar del caos alrededor de nosotros.

Hay quienes ven el vaso medio lleno y otros medio vacío, todos esos pensamientos son los que podemos controlar y los que debemos hacer sobre todo en tiempos tan atípicos como los que hoy en día nos ha tocado vivir y la pregunta nos es por qué, sino ¿para qué?, ¿para qué me toco vivir este momento de la historia de la humanidad? Al cambiar nuestra forma de pensar cambiamos nuestra actitud y cambiamos nuestro entorno, estas son las cosas que sí podemos controlar, es poner la mente en la meta, en el blanco que siempre has querido alcanzar y ahora es el momento de hacerlo, porque si no es ahora, ¿cuándo?

Si uno se espera a que tengamos salud, a que el tiempo sea perfecto, a que tengamos cierta posición económica, a que las circunstancias cambien y todo cuadre, nunca se dará ese tiempo perfecto, hay que buscarlo y perseguirlo hasta alcanzarlo, no llegará solo.

En lo personal, me he reinventado desde las crisis más fuertes de mi vida, desde lugares muy obscuros y tiempos difíciles, cuando he tocado fondo es donde he resurgido, porque el cerebro humano y nuestra naturaleza propia están configurados para buscar siempre la supervivencia, desde nuestros ancestros. La mente prende esos focos rojos buscando el peligro, buscando lo que puede salir mal y el miedo; sin embargo, el miedo es bueno para salir adelante, es ese GPS de nuestra alma para ubicarnos en una situación de vulnerabilidad donde se puede vencer o no vencer, no todos los miedos deben de ser vencidos.

Si de esta pandemia en tiempos difíciles, en tiempos anormales, donde hay mucha incertidumbre logramos sacar lo mejor de nosotros y reinventarnos: ¡bendita pandemia! Bendita pandemia que nos dio la oportunidad de crecer e ir en búsqueda de ese sueño que siempre estuvo presente: salta, haz, estudia, edúcate, prepárate, analiza tu competencia, fórmate desde un lugar muy consciente donde los cimientos que estás construyendo no se caigan con el primer viento, porque el mundo del emprendedor es una montaña rusa: hay altos, bajos y muy bajos que lo que nos hacen fuertes, son las raíces preparadas a conciencia, con intención y valor.