Estaba escrito en las estrellas que debíamos conocernos. No hay más. Va de Blanco es la extensión de esa hermandad que existe entre Gaby y Alejandro, dos mentes imparables que, con esa pasión de por medio, decidieron poner en el universo una idea que habría de darle vida a la magia, a través de diseños encantadores, tejidos que podrías admirar por días enteros y vestidos de novia que, fuera de cualquier concepción tradicional, se traducen en la verdadera extensión de una mujer, de quien se enamora pero no deja de ser, de quien se entrega y, por supuesto, de quien sabe que se encuentra frente a la gran aventura de su vida.
Conocer a Gaby y Alejandro fue exquisito, y es que parece que la esencia de la colonia Roma, uno de mis barrios favoritos de la Ciudad, hace de todo para que cualquier ecuación se resuelva sola y de forma perfecta. Entrar a la boutique fue un regalo en sí mismo. Muebles de época, paredes de colores, texturas por doquiera, una cortina de terciopelo rosa cubierta de perlas, rincones para plasmarlos en una foto de Instagram y, por supuesto, la zona elegida para mostrar a las grandes estrella, esos vestidos de novia que, ahí colgados, significan la culminación de un sueño, de un proyecto y de una idea que, después de tan solo seis meses, ha llamado la atención de propios y extraños.
Y es que sí, si te vas a casar, si amas las bodas (como yo) o simplemente si buscas salir de lo convencional, tan solo hace falta que cruces esa puerta para ser parte del universo paralelo que despierta las más increíbles emociones. Hoy, qué mejor que dar una vuelta no solo por el proyecto, sino por el nacimiento del mismo, la historia de dos hermanos, su sueño y la motivación por ser parte de una industria que crece a pasos agigantados, que enamora y que se antoja perpetua con estos vestidos de novia que cobran vida al instante. Esta es la historia de Va de Blanco.
El inicio de la magia
Alex, bajo el signo de Tauro, y Gaby, bajo el signo de Aries, han formado la ecuación perfecta. “Somos muy compatibles”, me cuentan, y se nota. La sinergia que existe entre ambos es total y, como si se tratara de dos personas iguales pero distintas a la vez, parece que sus ideas y pensamientos se unen. Esa energía la dejaron de manifiesto desde que nació la idea de llegar al mundo de las bodas.
Las cajas registradoras fueron el hit de Gaby desde pequeña, quien ahora es la mente business detrás de Va de Blanco. El lado creativo muy pronto se posicionó en la mente de Alex, quien se lucía con casas espectaculares de Barbie diseñadas especialmente para su hermana. “Mis papás nos dejaban hacer lo que quisiéramos en la casa, jugábamos mucho y éramos 100% de imaginación”, dicen.
La vida los separó, y aunque al inicio fue difícil, el futuro tenía preparada una gran sorpresa. Alex se fue a Los Ángeles a estudiar moda, mientras que Gaby apostó por la Imagen Pública, después de experimentar con la contabilidad y Recursos Humanos. Los 10 años viviendo separados no fue impedimento para que despertara en ellos la idea de juntarse de nuevo y crear una empresa juntos.
Fue la búsqueda de un proyecto interesante por parte de Alex, y una decepción laboral de Gaby, lo que los volvió a unir en otros términos. “Los dos coincidimos y surgió la pregunta de ‘¿por qué no hacemos algo juntos?’. La tarea de esa plática fue pensar en 5 ideas de negocio para desarrollarlas”. Al día siguiente, las dos listas iniciaban con la misma idea, tres palabras que habrían de cambiarles la vida para siempre: vestidos de novia.
A las dos semanas se encontraron en Nueva York y ahí fue donde comenzó la aventura. Alex tenía presentaciones con todos los vestidos de novia que les interesaban por proveedor, “nos obsesionamos con todo: los diseños, el rango de precios, las marcas y todo lo que fuera necesario… ir a la expo fue lo más cool“, me cuentan. Entre citas, un sinfín de vestidos de novia, toda una ola de propuestas y confecciones tan diversas, Alex y Gaby se encontraron frente a un mundo que los sorprendió con los detalles más impresionantes que fueron los aliados principales para crear una propuesta única en Va de Blanco.
“Mucha gente, al principio, nos dijo que no hiciéramos negocio en familia. Nosotros no lo creímos, la confianza te hace no defraudar y, por el contrario, trabajar más y darlo todo. No hay mejor persona, nos conocemos y es nuestro sueño”, me cuentan. Desde ahí, Alex y Gaby se dieron a la tarea de romper las reglas y probarle al mundo que todo se puede si se quiere. Hoy, con honestidad lo escribo, son una de las duplas más divertidas e interesantes que conozco. No hay duda de eso.
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Los astros van de blanco
Los astros figuraron, por lo que me cuentan Alex y Gaby, como uno de los comunes denominadores en su historia creativa. Y es que, aunque no lo creas, Moon in Aries sería el nombre que llevaría su concepto, mismo que después transformaron en una propuesta más apegada al público mexicano. “Teníamos una idea de ser diferentes desde el inicio y marcar el empoderamiento desde el idioma, celebrar a la mujer, la diversidad y de dónde eres. De ahí llegamos a la conclusión de que el nombre no fuera en inglés”, dicen. El juego entre palabras inició entre ambos, siempre haciendo énfasis en los planetas, los signos, el manto estelar, aquello que parece ser entendido y que pocos dominan. De “Venus va de blanco”, finalmente este par se decantó por el nombre que hoy se luce en la calle de Chihuahua 221, en el corazón de la hermosa Colonia Roma Norte.
Su amor por estos temas fue tal que muy pronto se encontraron frente a libros estudiando todo acerca de astrología, la dominancia de los planetas en los signos y, ya de paso, la numerología. Estas bases las utilizaron como el eje de comunicación para darle vida a Va de Blanco y diferenciarlo desde el inicio. “El branding terminó por basarse en los cuatro elementos”, me cuentan. Gaby y Alex representaban dos colores distintos, mientras que su contacto sería otro y, para finalizar, el packaging llevaría otro tono diferente; esta misma idea se deja de manifiesto en la decoración de la misma boutique (tienes que ir para que lo compruebes). Los detalles, desde el primer segundo, estuvieron pensados con un propósito para mantener esa cercanía con las novias y hacerlas parte de ese sueño pensado por Alex y Gaby solo para ellas.
“El proyecto de nuestro branding se llama ‘Escrito en las estrellas’, y bajo ese esquema nos hemos basado en la idea de que, justo, estaba escrito en las estrellas que ese vestido de novia debía pertenecerte”, dicen. La realidad es evidente, y es que algo que me llama la atención de Va de Blanco es que, más allá de apostar por diseños alternativos, la marca se ha dado a conocer por llevar esa idea de extensión de carácter y esencia a todas las novias. Elegir esa prenda ya no se puede traducir en una fórmula hecha, sino en la experiencia que se da cuando te encuentras de frente con el amor de tu vida. Este sitio está pensado para la inclusión y, por supuesto, para que te enamores de ese vestido que será tuyo y que marcará el inicio de un nuevo capítulo.
En Va de Blanco los vestidos de novia ¡claro que cobran vida! Cada uno de los diseños no se define por su estructura, detalles o por el precio, sino por una personalidad que se adapta a esa mujer que está en busca de un diseño que sea parte de ella. Gaby y Alex creen fervientemente en la idea de “‘tu vestido te habla’. Cuando te los pruebas y estás entre los tres finalistas, la relación es otra y empiezas a conocerlos”, dicen. La experiencia es total y cercana, como ese cielo estrellado que se ve todos los días. Parte del propósito de Alex y Gaby es extender ese sentimiento de pertenencia desde el inicio hasta el momento del gran día. Tu vestido de novia siempre será tuyo… y de nadie más.
“No era coincidencia que debíamos conocernos”
“Hicimos todo esto en 7 meses”, dicen. La idea se pensó y se ejecutó, no hubo de otra. Gracias a la compatibilidad de ambos cada paso se dio firme y con la confianza de que el resultado sería mejor de lo que alguna vez imaginaron.
La elección de los vestidos fue una de las primeras aventuras de Va de Blanco, y desde el inicio se concentraron en tener una gama amplia de estilos, sin perder la personalidad con la que concibieron su estética. Entre diseños románticos, indies, con toques sexy y pensados para la novia bohemia más cursi en el planeta, cada diseño tiene algo que lo hace único, diferente y pensado para una mujer en específico.
Las reglas siguen en ruptura total, y es por eso que no sorprenden los diseños con perlas, los detalles escondidos, las mangas poeta que parecen de cuentos bucólicos y las aplicaciones de pedrería que resaltan el aspecto inigualable de la figura femenina. Tejidos artesanales, ligeros tintes de color, caudas con bordados en hilos metalizados, vestidos de novia cortos con sorpresas en su propuesta, cristales, capas, mangas largas, tules, encajes, volúmenes… todo cobra vida en los vestidos de novia Va de Blanco.
Más allá de los vestidos y el carácter de cada uno de ellos, la boutique siempre giró en torno de esa definición femenina que Gaby y Alex buscaban para este nuevo proyecto. “La novia de Va de Blanco es aquella que puede valerse por sí misma. Es una novia consciente, más arriesgada y que no se va con las reglas clásicas, que busca darle un giro nuevo a su boda con su pareja, feminista y actualizada, decidida y con un alcance de conocimiento más alto; creativa, sensible, atrevida”, dicen. Y sí, cada mujer se relaciona de forma perfecta con ese vestido de novia que le corresponde en Va de Blanco.
El concepto se antoja para una mujer con una personalidad artística en alerta, y es que para disfrutar aún más Va de Blanco hay que saber apreciar su concepto y, por supuesto, entenderlo; además de sentir libertad por descubrir un universo desconocido e increíble. Y es que si estaba en las estrellas que debías encontrar el vestido de novia de tus sueños, qué mejor que hacerlo en un marco donde todo esté pensado para ti, por ti y para esa necesidad de diseñar cada fase de tu gran día con reglas propias.
La historia de Va de Blanco se enmarca en muebles de antaño, detalles que para muchos pasan desapercibidos, telas de ensueño, uniones que trascienden y que se hacen presentes de forma palpable con la moda. Gaby y Alex le han dado forma a un concepto que no podría encasillarse en lo alternativo, sino en una propuesta que, más allá del vestido, se concentra en la mujer. En su carácter, personalidad y en eso que la hace única. Como si se tratara de un firmamento cubierto de estrellas, de planetas en movimiento, de galaxias por descubrir y de un universo que transforma el todo por completo. Vestidos de novia que cobran vida y se antojan infinitos. Eso es Va de Blanco.
¡Conoce Va de Blanco!
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