Mi amor por la fotografía de bodas cada vez es mayor, tanto como la pasión que siento cuando escribo de ella. Las oportunidades para encontrar ideas son infinitas y la libertad de concebir historias fuera de lo tradicional me emociona hasta lo más profundo. Mervi y Roberto, por ejemplo, dejaron que el campo y la naturaleza se apoderaran de ellos con el fin de lograr una sesión de inspiración bohemia y súper romántica. Cuando el estilo, las emociones, un escenario de ensueño y la lente de un artista se conjugan, ¡el resultado es extraordinario! En esta ocasión, qué mejor que disfrutar de esta buena dosis de enamoramiento con las fotografías de Uriel Mateos.
Las razones sobran cuando se trata de poner todo en pausa y concentrar la mente y el corazón en el amor de tu vida. No hay más. De alguna forma extraña y mágica, lo que existe a tu alrededor conspira para que, al menos por unos minutos, la existencia del universo entero se enfoque en ti y en esa persona a la que has elegido como compañero. Todo puede suceder cuando acompañas esos minutos de ensueño con los suaves sonidos de esos clicks que anuncian la inmortalidad de los recuerdos.
La magia escondida en una sesión bohemia
Para esta sesión de inspiración bohemia, Mervi y Roberto decidieron encontrar su lugar en un espacio lleno de vegetación y carácter. La luz fue uno de los protagonistas inminentes para lograr el efecto dorado de la tarde en contraste con el verde y el toque crudo de los campos. Por supuesto, no podía faltar un cielo inmenso en color azul ideal para ser el marco perfecto de estas fotografías. Ella con un vestido de novia en color cálido, mangas acampanadas y bordados de lo más románticos, una apuesta que se aleja de la tradición pero que mantiene ese lazo con el espíritu bucólico de antaño. La máscara de toques folklóricos y tribales, acompañada con plumas y motivos en distintas tonalidades, creó el efecto idóneo para una estética boho y completamente chic.
No te pierdas esta boda con encanto en Jardín Agua Viva.
Olvidar las complicaciones y disfrutar de todo el entorno, ahí radica el éxito de una sesión de compromiso ultra romántica. Las reglas no existen y las poses quedan en el olvido cuando se trata de encontrar y hacer palpable esa ola de emociones que nunca se esconde y que adquiere una forma más interesante con cada día que pasa. El carácter casual y relajado son imprescindibles, como también lo son las sonrisas, la imperfección y el carácter orgánico de todo lo que yace y existe alrededor. La simplicidad se refleja y adquiere un sentido extraordinario para enfocarse en el arte, la propuesta, los colores y, por supuesto, en el eje central del todo: el amor.
No te pierdas ni una sola fotografía de esta sesión de inspiración bohemia. Estoy segura que entre estas tomas encontrarás un sinfín de ideas para transformar tu gran día en una experiencia fuera de serie. Anímate a experimentar con distintos estilos y, como siempre, recuerda diseñar una boda ¡bajo tus propias reglas!
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