Es difícil describir a un genio tan brutal como él. La llegada de Karl Lagerfeld al mundo de la moda, en específico a Chanel, fue como un terremoto que cimbró para siempre los terrenos clásicos dela industria, el arte y la vanguardia. Su look era representativo: lentes negros, mitones en el mismo tono, traje negro y camisa blanca con esa coleta desenfadada y a la vez chic. Todo acerca de su personalidad yacía como un tesoro que muchos quisieron descubrir por completo. Hoy, a sus 85 años, Karl Lagerfeld ya no está entre nosotros pero el legado del grandísimo káiser de la moda queda enmarcado por su trayectoria, esa creatividad maestra y, por supuesto, con sus mejores vestidos de novia que, sin duda, transformaron el aspecto de lo clásico para convertirlo en una obra de arte andante. Aquí, el top choice para recordar su nombre por siempre.
La grandeza del káiser de la moda
Supongo que nadie lo ha entendido hasta la fecha por completo, y es que la mente de Karl Lagerfeld siempre se destacó por ir a una velocidad mayor. Su autoría intelectual iniciaba con los textiles, pasaba por las formas, se detenía en los detalles y, finalmente, se consagraba con producciones dignas de un museo. Nunca quebró el camino y, por el contrario, siempre se mantuvo fiel a sus andanzas, convicciones y al ADN de una marca que, aunque legendaria, también supo renovar con destellos de lujo inolvidables. En las manos del káiser de la moda todo era magia y en su mente aquello que parecía imposible se convertía en realidad. A través de colecciones Resort, Ready To Wear y, mis favoritas, Alta Costura, el líder de Chanel y de la moda internacional daba muestra de los cambios sociales y estéticos que transitaban en el mundo mientras él creaba moda.
La inspiración siempre se magnificó hacia distintas personalidades y estilos; una prueba clara fueron sus apuestas en vestidos de novia, diseños que rompían con todo el protocolo del romance y lo esperado para ser convertidos en una propuesta que siempre lograba romper esquemas. Karl Lagerfeld, quien fue en su momento la mano derecha de Pierre Balmain, se destacó por ser el pionero en el uso de pantalones para novias, caudas sobrepuestas, volúmenes e inspiraciones tan clásicas y tan antiguas como la misma historia. Las mujeres que portaban sus diseños nupciales no conocían de reglas, sino de pasos empoderados y enmarcados en un estilo brutal. Nada les ganaba. Eran novias Chanel. Novias de Lagerfeld.
Homenaje a Karl Lagerfeld y sus vestidos de novia
Un personaje excéntrico, con sus propias reglas y con una historia que podría abarcar las páginas de cientos de libros. Amante de la moda, del arte y de la fotografía; dueño de su tiempo, cabecilla de las transformaciones más inesperadas en el mundo delos textiles y siempre fiel a él. Un ícono que le dio mejor forma a las telas que ya se hacían presentes en las prendas más emblemáticas, un ser que revolucionó lo que pudo (y lo que no), un nombre que marca su trascendencia a pasos agigantados y con obras que bien vale la pena admirar no una, sino mil veces. ¡Gracias, Karl Lagerfeld!