Cada día pienso en la fase más me ha inspirado: “Viajar es un ejercicio con consecuencias fatales para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente”. – Mark Twain. No saben todo lo que estas palabras significan para mí, y pensando en eso soñé con mi próximo destino.
Era diciembre y hacía mucho frío, por lo que pensé en un lugar calentito, con playa y, obviamente, un lugar desconocido para mí. No tardé mucho en mi búsqueda por internet cuando vi “Aruba”. Suena exótico y tiene playas hermosas… ¡adelante! No tenía idea de todo lo que me cambiaría este viaje.
Salí de Ciudad de México y tuve un vuelo tranquilo rumbo a Venezuela, de aproximadamente 6 horas, y un segundo vuelo de 30 minutos directo a Aruba. Desde el avión no podía creer el azul profundo del mar, solo deseaba llegar y disfrutar este paraíso.
Debes saber que Aruba cuenta con requisitos muy específicos de acceso. Dependiendo tu nacionalidad, puede que requieras una Visa (los mexicanos no la necesitamos), así como un impuesto en USD al entrar y salir del país. De igual modo, necesitas un vuelo de avión comprado con la fecha de regreso a tu país o vuelo de tránsito, y aunque no lo dice en la página oficial, en migración me revisaron mis reservaciones de hotel. Al final te dejaré todos los links con la información necesaria.
El aeropuerto de Aruba es tan pequeño que ¡te encantará! Desde el primer minuto pude percibir la famosa calidez de los arubeños: no encontraba taxi para ir a mi hotel y un señor de lo más amable se ofreció a llevarme ¡gratis! Me negué rotundamente a pesar de su insistencia, porque viniendo de un país como México, desgraciadamente, estamos asustados de todo, hasta de la amabilidad. Poco después me di cuenta de que Aruba es una Isla súper segura y por algo le llaman la Isla Feliz.
Decidí hospedarme en el centro antiguo, un poco lejos de los famosos resorts. Para evitar confusiones, recuerda que Aruba cuenta con 2 centros, el antiguo y el hotelero. Mientras recorría las calles caminando vi lugares muy lindos, colores, texturas y construcciones hermosas. Son construcciones un poco extrañas, ya que están sumamente cargadas y coloridas. Por ejemplo la plaza Royal Aruba es un edifico color Rosa pastel, azul cielo, amarillo y verde. Te impresionará cómo los colores funcionan perfecto con el entorno del lugar. Por cierto, si buscas souvenirs, ¡este es el lugar indicado!
Saben que soy adicta a la comida y sobre todo la típica, por lo que en Aruba mi comida favorita fue el estofado de pescado con arroz y frijolitos. También los Pastechi, que son panes rellenos con carne (puede ser de pescado, pollo o res). Lo cierto es que comerás muy rico en la mayoría de lugares.
Caminé toda la tarde por el puerto, me metí a muchísimas tiendas en las que conocí personalmente a los artistas de la zona. ya que ellos mismos son quienes te atienden y explican todas tus dudas. Me impactó ver el talento de los arubeños en la pintura, fotografía y artesanías. Aunque todo me resultó increíble, Aruba no es un destino precisamente económico, por lo que no pude comprar ninguna de sus maravillosas obras de arte.
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Me senté en la playa a contemplar el atardecer que, sin duda, es uno de los más hermosos que he visto en toda mi vida, con un contraste maravilloso de colores en el cielo, olor a mar y arena suave. En la noche puedes encontrar decenas de restaurantes para todos los presupuestos. Si vas plan de luna de miel creo que no puedes dejar de visitar un lugar increíble para cenar que se llama “Amuse Sunset Restaurant” con una vista al mar inigualable, muy cálido y con una comida deliciosa.
Entre las actividades increíbles que encontré en Aruba fue visitar una granja de burritos, y es que durante muchísimos años estos pequeños fueron medio de transporte de los Arubeños, y aunque algunos dicen que no es un paseo importante, ¡en lo personal me encantó!
Si lo tuyo es la comodidad y exclusividad, te cuento que pasé un día en un resort ubicado en Palm beach, un club de playa precioso y con el concepto de todo incluido. El acceso me costo 150 Usd aprox. Yo soy un poco más aventurera y solo de vez en cuando me gusta pasar el día completo en el hotel, pero si es tu modo de viaje ¡lo disfrutarás muchísimo!
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Para conocer la isla y sus famosas playas decidí rentar un jeep y manejar por la carretera. Tenía toda una ruta marcada para recorrer las mejores playas, pero lo cierto es que ¡todas son hermosas! En la segunda playa dejó de importarme cuál era cuál y solo quería avanzar para después, de vez en cuando, pararme en la carretera para admirar ese paisaje tan impactante. Solo montañas y mar. De este forma llegué a un faro que después supe que se llamaba “Faro California”. Tienes que pagar para subir, pero vale la pena… es una inmensidad que no podré describir en estas letras.
Planeé tomarme tres días enteros para conocer las playas mas famosas como: Playas costa Este: Arashi Beach, Malmok Beach, Hadicurari, Palm Beach, Eagles Beach, Manchebo Beach, Druif Beach, Surfside Beach y Sonesta Island. Playa Rodger’s, Boca Catalina, Baby Beach, entre otras. Existen playas en las que necesitarás un guía, ya que son de difícil acceso y no hay forma de que llegues en Jeep.
Mientras manejaba en carretera vi un restaurante solito en medio de la nada: Boca Prins. Para mi sorpresa era un restaurante muy lindo en una palapa. Admito que solo comí por curiosidad y ¡me encantó! La emoción al ver que llegó un cliente es inigualable, te tratan increíble, comes rico y sigues tu camino..
Quise salir de fiesta, pero me llevé la sorpresa que la mayoría de lugares cierran 10 y 11 de la noche. Uno que otro bar está abierto, pero decidí visitar un mercado nocturno ubicado en Palm Beach. Encontré bolsas, pulseras y cositas muy lindas para regalar a mi familia, los costos fueron mucho más accesibles que en las galerías de la ciudad.
En mi último día conocí Rancho Daimari, es un rancho ideal para caminar y disfrutar el clima tropical. Por la tarde tuve un paseo en caballo a Boca Ketu, un lugar ¡imperdible! En este momento di gracias a la vida por ser tan afortunada de conocer y sentir lugares que me marcarán para siempre. Aprendí muchas cosas y dejé gran parte de mí en Aruba… la isla feliz. Siempre viaja con humildad para que todo lo que veas te sorprenda.
Gracias por leerme.
Links entrada y salida aruba – visa